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Enero es el mes que abre el 2023 y, con él, llega una práctica agrícola que da inicio al nuevo ciclo productivo del año: la poda de invierno (o en seco). Es una operación que permite renovar la parte productiva de las plantas, estimulándolas para que produzcan una nueva y exuberante vegetación en primavera. Cada planta necesita su propio tipo de cuidado; por ejemplo, las caducifolias se deben podar desde principios de noviembre hasta finales de febrero, mientras que las perennifolias pueden podarse desde mediados de diciembre hasta finales de febrero. Por tanto, el período ideal para la poda es a finales de invierno, evitando siempre climas demasiado fríos que puedan provocar daños en los cortes por el hielo y rotura de las ramas por las fuertes lluvias, precisamente porque estas «aberturas» en la planta son un blanco fácil para parásitos y microorganismos que proliferan con la humedad.
Realizar la poda de invierno con la ayuda de medios adecuados permite reducir los costes asociados a los cortes, agiliza la labor de la mano de obra especializada y compensa la falta de esta y, por último, pero no menos importante, garantiza una mayor tempestividad de las intervenciones. Utilizar un tractor durante la poda en seco no anula la actividad del operador: de hecho, a la poda mecánica de invierno puede seguirle un acabado manual, con la ayuda de un tractor equipado con barras de corte (podadoras o despuntadoras) en la parte delantera y un carro para el transporte de los operarios encargados de los acabados en la parte trasera. La llamada poda manual asistida es un trabajo que requiere una precisión extrema (que se traduce en una mayor producción futura, gracias a las yemas que se dejan en las plantas) y un vehículo que asegure una excelente adherencia al suelo y una gran comodidad para los operadores. No obstante, también es posible realizar una poda mecánica integral, utilizando únicamente la parte delantera del tractor y las podadoras. Para profundizar en el tema, es importante conocer unas reglas sencillas a fin de realizar una poda de invierno correcta y funcional que garantice la longevidad del viñedo o del frutal. La regla fundamental es que la barra de corte se coloque lo más cerca posible del cordón: esto hará que se trabaje con mayor precisión y se eviten excesos de producción y lesiones a la planta. También hay que prestar atención a la sensibilidad de las plantas: para las variedades más frágiles, es importante efectuar la poda en el período anterior a la reanudación vegetativa, para que las heridas cicatricen más rápido.
Landini se toma muy en serio estas cuestiones, porque combinan el bienestar de los terrenos —ya sean frutales o viñedos—, el confort del operador —no solo en el puesto de conducción— y la eficacia de los tractores —que deben garantizar un trabajo correcto y productivo—. Precisamente por eso, los técnicos de Argo Tractors han diseñado y fabricado el REX4: el modelo insignia de los tractores especializados para frutales y viñedos. Caracterizado por sus altísimos niveles de agilidad y maniobrabilidad y diseñado específicamente para ofrecer lo mejor al agricultor en el contexto de la poda en espacios reducidos, este tractor es la combinación perfecta de tecnología, ergonomía, comodidad, configurabilidad y diseño. Para aumentar la versatilidad de la gama REX4 de Landini, existe la posibilidad de elegir los modelos que mejor se adapten a las necesidades del operador:
Los modelos REX4 F, S y GT tienen en común la posibilidad de montar el eje delantero suspendido, dotado de bloqueo del diferencial y frenos de disco en baño de aceite que garantizan un frenado integral y eficaz en las 4 ruedas, que lo convierten en la solución perfecta en terrenos irregulares que requieren un mayor control; además, se caracterizan por tener un ángulo de giro óptimo de hasta 55°. El modelo REX4 V también se caracteriza por una importante innovación que facilita el viraje: el eje rígido estrecho High Pivot de mayor oscilación, con unas dimensiones mínimas totales de 1000 mm.
La extrema atención a las necesidades del operador se materializa con la cabina de cuatro montantes disponible en el REX 4: es mucho más que un área para el operador, es una verdadera oficina que garantiza todas las comodidades para trabajar con gusto.
Estos son los puntos fuertes de una cabina fruto de la ingeniería de Landini, que pone al operador en el centro del proyecto, pero las características del REX 4 son muchas y todas ellas dignas del liderazgo de la marca Argo Tractors en el mundo. Entre estas, una amplia variedad relativa al sistema hidráulico y a la toma de fuerza: los agricultores pueden elegir entre una bomba doble de 50 + 30 litros por minuto (de serie) o una bomba triple de 30 + 58 + 36 litros por minuto (opcional), distribuidores traseros y elevador trasero con capacidad de 2.700 o 3.400 kg, hasta tres distribuidores delanteros, un joystick para el control de los aperos delanteros y una toma de fuerza, mecánica o hidráulica, de dos o cuatro velocidades (540, 540 Eco, 1000 y 1000 Eco).
Por último, pero no menos importante, el Advanced Driving System, que hace que la dirección se vuelva más rígida a medida que la velocidad aumenta, además de contrarrestar las fuerzas producidas por las ruedas en el volante cuando se trabaja en terrenos inclinados. También están disponibles el sistema de conducción asistida por GPS de Topcon Agriculture y el protocolo telemático Landini Fleet & Remote Diagnostic Management, diseñado para monitorizar en remoto las actividades de la flota, gestionar los vehículos e intervenir rápidamente si fuera necesario.
Punto de referencia en términos de tecnología, diseño y confort, Landini se confirma como el socio ideal para todos los agricultores que quieran lo mejor para su trabajo y para el bienestar de sus campos, incluso —y sobre todo— durante la poda de invierno. ¡Una certeza que dura las 4 estaciones!